Lucentina no es solo un aceite: es el reflejo de una historia oleícola de generaciones. Desde los olivares de Lucena, en Córdoba, hasta la botella, cada etapa está impregnada de tradición, compromiso y un profundo respeto por la tierra y la calidad.

1. Raíces históricas del olivar en Lucena
La comarca de Lucena ha sido un entorno olivarero desde tiempos romanos. Suelos calizos, clima mediterráneo y tradición familiar han consolidado una cultura del aceite centenaria.
2. Evolución cooperativa y nacimiento de Lucentina
Con la creación de la Cooperativa Olivarera de Lucena, los agricultores unieron esfuerzos para producir aceites de alta calidad. Así nació Lucentina, una marca que honra esa unión y excelencia.
3. Proceso en cada etapa
- Selección del fruto: aceitunas Hojiblanca recogidas en el momento óptimo.
- Molturación en frío: para preservar factores nutricionales y aromáticos.
- Filtrado y reposo: para alcanzar el equilibrio sensorial perfecto.
4. El sello DOP como garantía
El aceite Lucentina se ampara en la DOP Aceite de Lucena, que certifica origen, proceso tradicional y calidad irreprochable.
5. Identidad premium
El diseño de Lucentina combina elegancia y funcionalidad: botellas opacas, etiquetas sobrias y un enfoque que destaca su carácter gourmet.
6. Tradición y sostenibilidad
Desde prácticas agrícolas respetuosas hasta envases reciclables, Lucentina busca armonizar legado y responsabilidad ambiental.
Conclusión
Cada botella de Lucentina lleva consigo siglos de historia, saber en cultivo y visión de futuro. Es el aceite de oliva virgen extra que encierra la tradición de Lucena en su esencia.
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